jueves, 18 de diciembre de 2008

Aquellas cosas que me revientan

Sí esas cosas que hace la gente y que tú no puedes soportar. Sí esas cosas que desearías cambiar aunque fuera lo último que hicieras en este mundo, que por cierto, según mi profesora de religión esas cosas que no nos gustan de los demás las reconocemos porque también las tenemos nosotros y forman parte de nuestros defectos. Pues bien, ahí van unas cuantas de esas cosas que, a mí personalmente, me sacan de mis casillas:

La gente que ronca. Vamos a ver, yo comprendo que eso es inevitable que eso es como algo innato que la gente que lo hace es porque no lo puede evitar pero, no es verdad que es muy, y recalco el muy, desagradable intentar dormir con un ruido permanente que se te mete en el oído. Definitivamente yo creo que es imposible conciliar el sueño. Para el que está despierto sufriendo los ronquidos del vecino de cama porque claro para el roncador este hecho implica que está durmiendo plácida y profundamente.
Por tanto, moraleja: duérmete antes que el que tienes al lado para no tener ni que descubrir si ronca o no.

La gente que mastica con la boca abierta. ¿ Es necesario enseñar al resto de comensales tus alimentos ensalivados y masticados? No ¿verdad? Pero es que eso no es lo único, creo que es más desagradable todavía el ruido que eso produce y si no lo habéis probado nunca o no os habéis fijado o nunca os lo habéis planteado, grabaos en vídeo o en una cinta o con el móvil y comprobaréis lo desagradable que es. Por favor, por el bien de todo el mundo no lo hagáis.

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